El Día Mundial del Autismo se celebra cada año el 2 de abril para aumentar la conciencia sobre el trastorno del espectro autista (TEA) y promover la inclusión y la comprensión de las personas con autismo en todo el mundo.
En México, se estima que alrededor de 1 de cada 115 niños tiene algún trastorno del espectro autista (TEA), según datos del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva (CNEGSR). Sin embargo, es posible que la cifra real sea mayor, ya que aún hay muchos casos sin diagnosticar.
La atención a las personas con autismo en México ha mejorado en los últimos años, pero aún queda mucho por hacer. El acceso a servicios especializados, como terapias de lenguaje y de comportamiento, sigue siendo limitado y costoso para muchas familias.
Además, la falta de conciencia y educación sobre el autismo en la sociedad mexicana puede llevar a la estigmatización y discriminación de las personas con TEA y sus familias.
Detección oportuna
La detección temprana del autismo es muy importante para asegurar un diagnóstico y tratamiento adecuados. Los padres y cuidadores pueden ser los primeros en detectar señales de alerta del autismo en los niños. Algunas de estas señales de alerta incluyen:
- Ausencia de contacto visual y sonrisas sociales
- Ausencia de balbuceo y vocalizaciones a los 12 meses de edad
- Ausencia de palabras a los 16 meses de edad
- No responder a su nombre
- No señalar objetos para compartir el interés
- Juego inusual o repetitivo
Los médicos , incluyendo pediatras y psicólogos, también pueden evaluar a los niños para detectar señales de autismo. La evaluación puede incluir observación directa de comportamientos, entrevistas con padres y cuidadores, y pruebas de desarrollo.
Cuidados de una persona con autismo
Los cuidados para las personas con autismo pueden variar según las necesidades individuales de cada persona, pero en general, se enfocan en mejorar las habilidades de comunicación, socialización y comportamiento, así como en proporcionar apoyo emocional y educativo.
Algunos cuidados:
- Terapia del habla y del lenguaje: Las personas con autismo pueden tener dificultades para comunicarse verbalmente, por lo que la terapia del habla y del lenguaje puede ayudar a mejorar su capacidad para comunicarse.
- Terapia ocupacional: La terapia ocupacional puede ayudar a las personas con autismo a desarrollar habilidades como la escritura a mano y la coordinación ojo-mano.
- Terapia conductual: Puede ayudar a mejorar el comportamiento y reducir los comportamientos repetitivos o inapropiados como la terapia ABA (Applied Behavior Analysis).
- Programas educativos especiales: Los programas educativos especiales, como las escuelas para niños con autismo y los programas de educación especial, pueden ayudar a los niños con autismo a desarrollar habilidades académicas y sociales.
- Apoyo emocional: El apoyo emocional puede incluir terapia individual o grupal para ayudar a las personas con autismo a manejar la ansiedad y el estrés, y a mejorar sus habilidades sociales y de comunicación.
- Adaptaciones ambientales: Las adaptaciones ambientales, como la reducción del ruido y la creación de un ambiente seguro y estructurado, pueden ayudar a las personas con autismo a sentirse más cómodas y seguras en su entorno.
Es importante tener en cuenta que los cuidados para el autismo pueden variar según las necesidades individuales de cada persona.