El Día Mundial del Glaucoma se celebra todos los años el 12 de marzo con el objetivo de concientizar sobre esta enfermedad ocular y la importancia de la detección temprana para prevenir la pérdida de la visión.
El Glaucoma es una enfermedad crónica del ojo que puede provocar daño irreversible en el nervio óptico y, en casos graves, causar ceguera. En México, el glaucoma es una de las principales causas de ceguera irreversible en personas mayores de 40 años.
Se estima que en México, aproximadamente 1.5 millones de personas tienen glaucoma, pero solo el 10% de ellas están diagnosticadas y recibiendo tratamiento. El diagnóstico temprano y el tratamiento oportuno son esenciales para prevenir la pérdida de la visión en personas con glaucoma.
Es importante que las personas mayores de 40 años se sometan a exámenes de detección de glaucoma regularmente, especialmente si tienen antecedentes familiares de la enfermedad o factores de riesgo como presión intraocular elevada o diabetes.
La detección del glaucoma puede incluir varios métodos, entre ellos:
- Examen de la presión intraocular: la presión intraocular elevada es un factor de riesgo conocido para el glaucoma. Durante este examen, se utiliza un tonómetro para medir la presión dentro del ojo.
- Examen del nervio óptico: un oftalmólogo puede examinar el nervio óptico mediante la dilatación de la pupila y el uso de una lupa especial. Si se observan anomalías en el nervio óptico, esto puede indicar la presencia de glaucoma.
- Prueba de campo visual: esta prueba mide la visión periférica y puede detectar cambios en la visión causados por el glaucoma.
- Tomografía de coherencia óptica (OCT): esta técnica utiliza un escáner de alta resolución para crear imágenes detalladas de las estructuras dentro del ojo, incluyendo el nervio óptico. El OCT puede detectar cambios en la estructura del nervio óptico antes de que se produzcan cambios en la visión.
Es importante destacar que los exámenes de detección temprana del glaucoma son especialmente importantes para personas que tienen factores de riesgo para la enfermedad, como antecedentes familiares de glaucoma, edad avanzada, hipertensión ocular, diabetes, miopía elevada y uso prolongado de corticosteroides. Si se detecta glaucoma, es importante recibir tratamiento de inmediato para prevenir la pérdida de la visión.