El cáncer de ovario es una de las principales causas de muerte por cáncer en mujeres en México. Aunque no se dispone de datos precisos sobre su incidencia, se estima que cada año se diagnostican alrededor de 4,500 casos nuevos de cáncer de ovario en el país.
Es una enfermedad en la que las células anormales crecen descontroladamente en los ovarios, los cuales son los órganos reproductivos femeninos que producen los óvulos. Es uno de los tipos de cáncer ginecológico más mortales, ya que a menudo no presenta síntomas tempranos.
Algunos factores de riesgo para el cáncer de ovario incluyen antecedentes familiares de la enfermedad, mutaciones genéticas, haber tenido pocos hijos o nunca haber estado embarazada, haber tenido problemas de fertilidad, haber utilizado terapia hormonal sustitutiva después de la menopausia y haber sufrido endometriosis.
Los síntomas del cáncer de ovario pueden incluir hinchazón abdominal, dolor pélvico, necesidad de orinar con frecuencia, cambios en el período menstrual y dificultad para comer o sentirse lleno rápidamente. Estos síntomas pueden ser comunes en otras condiciones.
El diagnóstico del cáncer de ovario puede incluir un examen pélvico, una ecografía transvaginal, una prueba de sangre para detectar el antígeno CA-125 y una biopsia.
El tratamiento del cáncer de ovario depende de varios factores, como la etapa, la ubicación del tumor y la salud general de la paciente. Es importante que las mujeres se realicen revisiones periódicas con su médico y estén al tanto de los factores de riesgo y síntomas del cáncer de ovario. Además, se recomienda llevar un estilo de vida saludable que incluya una dieta equilibrada, ejercicio regular y evitar el tabaco para reducir el riesgo de desarrollar esta enfermedad.